domingo, 13 de abril de 2014

Paella en la maleta

6 de la mañana, cola, embarque, buscar sitio, dejar maleta, sentarse, abrocharse el cinturón, sueñecito, niño llorando, sueñecito, cambio de postura, sueñecito, 8 de la mañana, media hora para aterrizar, revista de la compañía aérea… ¡Uy! Artículo sobre “The real Paella”.
the real paella.jpg
Revista de Wizzair Abril-Mayo
 Lo más sorprendente es que el artículo está bastante bien, habla sobre la cuna del arroz: Sueca, de la terreta, de la “paella valenciana”, la diferencia con los otros tipos de paellas, aparecen algunos cocineros reconocidos como Ricard Camarena. Así que era inevitable que me tocara la fibra sensible.

Somos valencianas y, por supuesto, la paella es sagrada. Nunca o casi nunca solemos comer paella fuera de casa, ¿por qué? Porque nunca cumple con las expectativas, nunca está como la hace tu madre, tu abuela o tu tío. Ni siquiera en Valencia; mejor ni hablamos si es fuera de la Comunidad Valenciana: un rotundo NO. Y si ya viajas al extranjero, NI HABLAR. En el extranjero y en muchos lugares de España se entiende la paella como “arroz con cosas” y, claro, no hay nada más típico español que el chorizo, ergo, la paella lleva chorizo de toda la vida. No solo la paella, cualquier plato español que se precie llevará chorizo, por lo menos en el extranjero. (véase el siguiente artículo de El Comidista)  No sólo eso, sino que te entra un sofoco al ver cosas como estas en los supermercados: 
Producto real de Carrefour en Rumanía
Y para colmo, sobre todo en tu más tierna infancia, debes enfrentarte en todos los bautizos y comuniones al llamado “Menú niños” que, sin lugar a dudas, lleva como plato principal: paella. ¿Deliciosa? Podrías utilizar los granos de arroz como balas para asesinar al cocinero.

Seguramente estaréis pensando que los valencianos son unos exagerados con su paella valenciana de las narices y que no es para tanto. ¡Pues sí que es para tanto! Se nos acelera el pulso cuando vemos en una pizarra de restaurante “paella” pensando en la aberración que estarán cometiendo en su nombre. Utilizan su nombre en vano en la mayoría de cartas y ¡ármate de valor si ves a alguien removiendo el arroz durante la cocción! Además, la mayoría de valencianos nos vemos en la necesidad de opinar siempre sobre este tema, aunque en tu puta vida de mono hayas hecho una paella (no cuenta aquella que hiciste con tus amigotes en las fiestas del “poble” alcoholizado hasta las trancas). Si encima vives en el extranjero, tienes que ir desmintiendo que “eso” que venden ¡no-es-pa-e-lla!

Por lo tanto no es raro que ante esta situación aparezcan iniciativas como la de Wikipaella con la intención de difundir y dignificar a la auténtica paella, cuyo manifiesto comulgamos y aplaudimos. Esta wiki pretende aglutinar las diferentes paellas valencianas que se hacen a lo ancho y largo de la Comunidad Valenciana mediante la aportación de recetas, ya sean de particulares o restaurantes. En su página se pueden consultar los resultados de las estadísticas extraídas de las recetas que se han subido, sabiendo así cuáles son los ingredientes más frecuentes y aquellos peculiares de determinada zona de la comunidad. También os sugerimos que visiteis los divertidos 15 pasos para comer una paella “com déu mana” que aparece en su blog (tema no menos controvertido).

Así que, después de casi tres años fuera de España, cuatro meses desde la última vez que estuve en casa, cuatro meses sin probar una paella, dos meses hasta que pruebe la siguiente (de mi madre, por supuesto), sin lugar a dudas me metería una paella en la maleta (pero valenciana que conste).

Por último, la pregunta del millón: ¿Son capaces las gurmés valencianas de hacer una paella valenciana como la terreta “mana”? PASAPALABRA

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